TEL

Disfasia fonológica

7 de marzo de 2024 Por José Miguel Ramos Fernández

Trastorno específico del lenguaje

La disfasia infantil de disprogramación fonológica es un tipo de trastorno específico del lenguaje (TEL) que afecta la capacidad de los niños para producir lenguaje de manera correcta. En menor medida para comprender lo que se les dice. Este trastorno se centra específicamente en las dificultades relacionadas con la fonología, es decir, el sistema de sonidos de un idioma.

Los niños con este tipo de disfasia pueden tener problemas para reconocer, recordar y secuenciar los sonidos del habla. Esto puede manifestarse de varias maneras, como dificultades para pronunciar palabras correctamente, confusión entre sonidos que son similares, problemas para entender el lenguaje hablado y dificultades para formar palabras y oraciones coherentes.

En la disprogramación fonológica, el problema radica en la capacidad para procesar los sonidos del lenguaje a nivel cerebral. Los niños pueden saber lo que quieren decir, pero tienen problemas para encontrar los sonidos correctos para formar las palabras. Esto puede llevar a frustraciones tanto para el niño como para sus interlocutores.

Los síntomas de la disfasia infantil de disprogramación fonológica pueden variar en gravedad y manifestarse de diferentes maneras en cada niño. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes que pueden presentar incluyen:

  1. Dificultades de pronunciación: Problemas para articular ciertos sonidos o grupos de sonidos. Los niños pueden sustituir, omitir, distorsionar o agregar sonidos en las palabras.
  2. Errores de secuenciación de sonidos: Dificultades para colocar los sonidos en el orden correcto dentro de una palabra, lo que puede llevar a confusiones o a la creación de palabras no reconocibles.
  3. Limitado desarrollo del vocabulario: Pueden tener un vocabulario más reducido en comparación con otros niños de su edad debido a las dificultades para aprender y producir nuevos sonidos y palabras.
  4. Dificultades para comprender el lenguaje hablado: Problemas para entender lo que otros dicen, especialmente si se habla rápidamente o si las palabras contienen sonidos con los que el niño tiene dificultades.
  5. Dificultades para formar oraciones coherentes: Pueden presentar problemas para construir oraciones lógicas y gramaticalmente correctas debido a las limitaciones en su capacidad para manejar los componentes fonológicos del lenguaje.
  6. Dudas y pausas frecuentes al hablar: Los niños pueden hacer pausas frecuentes o usar muletillas como «um» o «eh» mientras intentan encontrar los sonidos o palabras correctas.
  7. Frustración o reticencia a hablar: Debido a las dificultades que enfrentan, algunos niños pueden mostrar frustración al intentar comunicarse o pueden evitar hablar para no enfrentarse a estas dificultades.

La terapia para la disfasia infantil de disprogramación fonológica, al igual que para otros trastornos del lenguaje, es personalizada y se adapta a las necesidades específicas de cada niño. Sin embargo, hay varias estrategias y técnicas que pueden ser utilizadas por los padres y logopedas:

  1. Ejercicios de conciencia fonológica: Estos ejercicios ayudan al niño a reconocer y manipular los sonidos del habla. Esto puede incluir juegos y actividades que se centran en la identificación de sonidos iniciales y finales, la segmentación de palabras en sonidos individuales y la mezcla de sonidos para formar palabras.
  2. Práctica de la pronunciación y articulación: Se utiliza para ayudar a los niños a mejorar la precisión con la que producen sonidos. Esto puede implicar la demostración de cómo formar sonidos específicos con la boca, la lengua y los labios, y la práctica repetida de estos sonidos tanto en aislamiento como dentro de palabras y frases.
  3. Estrategias de repetición y modelado: El terapeuta puede modelar el lenguaje correcto y pedir al niño que repita palabras y frases para practicar la producción de sonidos correctos y mejorar la fluidez del habla.
  4. Juegos y actividades lúdicas: Los logopedas a menudo utilizan juegos y actividades divertidas para motivar a los niños y hacer que la terapia sea más atractiva. Esto puede incluir juegos de mesa, aplicaciones interactivas y actividades manuales que incorporan la práctica del lenguaje.
  5. Terapia auditiva: Algunos niños pueden beneficiarse de la terapia que se centra en mejorar la percepción auditiva de los sonidos del habla. Esto puede incluir ejercicios que ayuden al niño a distinguir entre sonidos similares y a mejorar su capacidad para seguir instrucciones orales.
  6. Ejercicios de memoria secuencial auditiva: Estos ejercicios pueden ayudar a los niños a mejorar su capacidad para recordar y secuenciar sonidos y palabras, lo que es crucial para la construcción de frases y la comprensión del lenguaje.

Es importante recordar que el éxito de la terapia depende de varios factores, incluida la regularidad de las sesiones, el compromiso y la participación del niño y el apoyo continuo en el hogar y en entornos educativos.