Adquisición del lenguaje

La adquisición del lenguaje es un proceso complejo y fascinante para los padres que implica el desarrollo de habilidades para producir y comprender los sonidos del idioma materno. Pasa por una adecuada evolución fonética durante los primeros cinco años de vida que debemos potenciar y favorecer de la mejor forma posible y por ello lo mejor es conocer sus etapas, cada una con características distintivas que se solapan en el tiempo:

0-6 meses: Balbuceo y sonidos iniciales

• Pre-balbuceo: Durante los primeros meses, los bebés emiten sonidos de llanto, gorjeos consonantes y arrullos. Estos sonidos no son específicos de ningún idioma. Son emitidos de forma refleja, involuntaria y servirán para conocer sus posibilidades a desarrollar en etapas posteriores
• Balbuceo canónico: Alrededor de los 6 meses, los bebés comienzan a producir secuencias silábicas, como «pa-pa, ta-ta, ma-ma». Aunque aún no forman palabras con significado, estos sonidos se asemejan a las sílabas del idioma que escuchan. Cada vez son mas voluntarios.
• Protolenguaje, es toda intención expresiva con el entorno (habitualmente sus padres) que espera una respuesta o provoca una respuesta en el bebé de forma alternante emisor-receptor, aunque no tenga un significado concreto. Su ausencia ya indica que algo no va bien en el desarrollo como pueden ser trastornos autistas, cognitivos o específicos del lenguaje.

6-12 meses: Afinación lingüística

• Balbuceo variado: Incluye una mayor gama de combinaciones de consonantes y vocales. Los bebés empiezan a experimentar con tonos y patrones de entonación de su lengua materna.
• Reconocimiento de fonemas: Los niños comienzan a distinguir los sonidos característicos del español, Las vocales abiertas como [a], [o] y [e] suelen ser las primeras en ser adquiridas. Después suelen adquirir las consonantes nasales [m] y [n] y las oclusivas simples como [p], [t], [b] y [d]. Estos sonidos son relativamente fáciles de producir y son comunes en muchas de las primeras palabras de los niños, como «mamá», «papá», «no» y «tete».

12-24 meses: Primeras palabras y simplificación

• Holofrases: Hacia el primer año, los niños empiezan a producir sus primeras palabras reconocibles, que suelen ser sustantivos o verbos simples. Estas palabras a menudo se usan para representar frases enteras (holofrases): «ava» por «yo quiero agua».
• Simplificación fonológica: Los niños simplifican los sonidos que les resultan difíciles de pronunciar mediante procesos como la reducción de sílabas y consonantes en grupos consonánticos (p. ej., «chupete» puede pronunciarse como «tete»).
• Edad: 18-24 meses. Las fricativas como [f], [s] y las africadas como [ch] en «chocolate» tienden a aparecer un poco más tarde, ya que requieren un mayor control de la articulación y el flujo de aire.

2-3 años: Expansión del vocabulario y estructuras complejas

• Explosión léxica: Aumento significativo en el número de palabras que el niño puede entender y usar. Se observa una mejora en la pronunciación de palabras más complejas.
• Uso de frases: Los niños empiezan a combinar palabras para formar frases simples y hacen uso de estructuras gramaticales básicas.
• Como norma elemental hará frases de 2 palabras con 2 años y de 3 palabras con 3 años.

3-5 años: Afianzamiento y refinamiento fonético

• Consolidación fonológica: Los niños mejoran en la pronunciación de sonidos difíciles y en la corrección de errores de simplificación previos. La fluidez y la naturalidad en la habla aumentan notablemente. Los sonidos más complejos, como las líquidas [l], [r] y la vibrante múltiple [rr], suelen ser adquiridos más tarde a los 5 o incluso 6 años siendo ello completamente normal. Las oclusivas y fricativas sordas [k], [g] y [j] (como en «jugo»), pueden perfeccionarse durante este periodo. Estos sonidos pueden requerir ajustes precisos de la lengua y la garganta.
• La capacidad para articular secuencias de consonantes sin simplificarlas (por ejemplo, pronunciar correctamente «plato» en lugar de simplificarlo a «pato») es una de las últimas habilidades en desarrollarse que puede extenderse los 6 años.
• Conciencia fonológica: Desarrollo de la habilidad para manipular sonidos dentro de las palabras, lo que es fundamental para la adquisición de la lectoescritura.

Factores influyentes

• Exposición lingüística: La cantidad y calidad de la interacción verbal con los cuidadores y el entorno influyen en la velocidad y el éxito de la adquisición fonética.
• Bilingüismo: Los niños expuestos a más de un idioma desde una edad temprana pueden mostrar patrones diferentes en la adquisición fonética, a menudo adquiriendo sistemas fonéticos complejos de ambos idiomas.

Variabilidad individual y factores influyentes

Es importante notar que hay una gran variabilidad individual en la adquisición fonética, y no todos los niños siguen exactamente el mismo cronograma. Factores como el entorno lingüístico, las oportunidades de interacción verbal, y las predisposiciones individuales pueden influir significativamente en el ritmo de adquisición de sonidos complejos.

El «Baby Talk» se refiere a la forma especial y adaptada de hablar que los adultos a menudo usan de forma intuitiva cuando se comunican con bebés y niños pequeños. En lingüística evolutiva, se considera una forma fundamental en la estimulación y desarrollo del lenguaje del pequeño.